Ante la inminencia del duelo entre Paraguay y Colombia, por la fecha 14 de las clasificatorias para el Mundial 2026, la Albirroja, a las ordenes del comandante Gustavo Alfaro, va pisando fuerte y con paso cada vez mas firme, rumbo a la siguiente cita ecuménica mundial del deporte rey.
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Yendo a un análisis histórico de los juegos entre ambas selecciones, es el encuentro más repetido en la historia de las Eliminatorias, ya que ambos equipos se cruzaron en 27 oportunidades, de los que la Albirroja gano en 11 ocasiones, mientras que la selección cafetera lo hizo 10 veces, empatando ambos equipos 6 partidos. Si se tienen en cuenta las disputas en tierras colombianas, será el enfrentamiento número 14 desde que se adoptó el formato de clasificatorias en el año 1954, y escarbando en las estadísticas, Paraguay lleva la supremacía en victorias, con 6 de ellas en condición de visitante, mientras que Colombia logro ganar, en su casa, 4 veces y empatar en 3 partidos. De hecho, las publicaciones del enfrentamiento de 1957 entre ambos seleccionados, muestran una contundencia indiscutible en cuanto a lo futbolístico, de la selección nacional, pues la prensa escrita de la época, se refirió a la misma como de una “defensa de acero” y un “temple guaraní” inquebrantable, tal como lo publicaba el diario Patria, el 22 de junio de 1957, una de cuyas columnas rezaba que “…era un bastión imbatible. Una cortina de acero cerrada ante las pretensiones colombianas. Una decisión esculpida en granito del “no pasaran”. Y no pasaron…”. Aquel 20 de junio de 1957, Paraguay vencía a Colombia por un marcador de 3-2, en un Campin de Bogotá totalmente ocupado por aficionados en su mayoría colombianos, alcanzando mas de 30.000 espectadores. La Tribuna, al día siguiente del encuentro, también se hacia eco del auspicioso resultado del equipo paraguayo, estableciendo que “El equipo jugo con su viejo estilo: jugo a lo Paraguay”.

Así que no es descabellado pensar en seguir con la superioridad ante un viejo y conocido rival, que debe ser respetado, pero no temido, pues la historia demuestra que la Albirroja, es capaz de jugar con la clase que ya demostró y con el “temple guaraní ” que no se desconcierta en las malas y se agiganta en las buenas.